domingo, 5 de noviembre de 2017

Marcos Mosca - Barco





Barco
¿Puede hacerte
libre el pensamiento? No se lo que es la libertad, tal vez nunca pensé, pero si
pensaría y el pensamiento sería la causa de alcanzar la sensación a la que
luego llamara libertad (vaya a saber uno como lo determinaría) estaríamos
hablando de que el pensamiento puede hacerte libre.
Si el nombre que envuelve una sensación, es libertad; suponiendo que las
sensaciones son distintas en los seres humanos, que lo que a uno hace sentirse
libre, como ser: el moldear una artesanía con los ojos, describir un paisaje
con las manos, jugar al fútbol con los pies; podríamos decir que son hechos que
no se ajustan, a una así llamada universalidad, hechos entre los que podríamos
incluir el pensamiento. A primera vista podríamos decir que a algunas personas
el pensamiento las ha hecho libres, a otras no. (Podemos incluir las
autorepresentaciones existentes sobre la libertad como un elemento más entre
otros desde donde pensar la “libertad”).
Pero si intentamos explorar mas recorridos para nuestras reflexiones,
por otra parte podemos pensar que las sensaciones llamadas “libertad” serían
construidas por cada sujeto. ¿Cómo hacemos para medir que todos los seres
humanos llamamos a la misma sensación, libertad? Más allá de la imposibilidad
que implica el hecho de compararlas para encontrar entre ellas composiciones
idénticas, las sensaciones que habitan en las personas pueden ser exactamente
iguales, eso nunca lo sabremos. Lo que no quita la posibilidad de que podamos
descubrir algunas de las similitudes que existen en ellas.
De modo que esta preocupación, a esta altura seguramente banal y
superada por síntesis de obsesiones que han dado en lugares comunes menos
comunes a la vista de cualquier mortal, podría expandirse por innumerables
caminos, todos distintos. De modo que el elegido tendrá a nuestro entender, las
mayores potencialidades para pronunciar aquello que en definitiva nos impide
algo del habitar lazos. Del construir el tránsito hacia la conciencia de la
locura
[1].
Sintetizando, podríamos expresar que
hasta el momento, la intención de comenzar el recorrido es un hecho.

 
                    
                     
                  




[1]Sabemos
que el término locura ha sido y es puesto en discusión por muchas mentes que le
temieron y le temen. Algunas más curiosas se animaron a decirnos a todos de que
se trataba y muchos hoy hablan desde las voces de esos “curiosos” que la
piensan apasionadamente entre libros, los llamados por todos: psicólogos,
filósofos, psiquiatras, sanos, locos, de todo tipo.


Lo que respecta a la utilización de
dicha palabra en este escrito, se relaciona con como se elije nombrar los
restos de piel de la experiencia que vulneran la existencia

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